Lisboa, una de las ciudades, capitales mas importantes de toda Europa, no solo por posición dentro del continente, sino también por su cultura, su arte y su naturaleza.
Dentro de la naturaleza que podemos disfrutar con nuestros sentidos en Lisboa, están los parques y jardines, los cuales son una oportunidad para lograr relajarse y disfrutar de la belleza que nos regala la naturaleza.
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Si tienen penado ir de vacaciones familiares a Lisboa, pueden pasar el día en Lisboa Zoo, este es un lugar ideal para niños y grandes. Es un magnífico espacio donde prevalecen grandes jardines, además de ofrecer diferentes atracciones para los más pequeños. Por su parte, el Jardín Botânico de Lisboa, aunque se encuentre en el centro de la ciudad, está aislado de todos los ruidos que existen en la capital. Se asemeja a una isla paradisíaca, donde habitan una gran cantidad de pájaros y un sinnúmero de especies exóticas pertenecientes a Portugal y España. Allí también podrá visitar el Museo Nacional de Historia Natural.
Recorriendo las calles de Lisboa, nos podemos encontrar con el Parque más gran de la ciudad, llamado Eduardo VII, conocido también como Estufa Fría, ya que en un sector del lugar existe una vegetación especial que necesita estar protegidas del viento proveniente del sur. Este parque se origino con el objeto de recrear un ambiente lo más natural posible y, principalmente, que estuviera protegido de los excesos climáticos de la ciudad. De esta manera, se albergan en el parque una gran cantidad de plantas de distintos orígenes. A su vez, podrá disfrutar de las zonas de juegos infantiles y de diferentes actividades deportivas y de recreación.
Otros de los lugares que no hay que dejar de visitar es El Jardim-Museu Agrícola Nacional, que reúne las especies vegetales más representativas de los países que, para principio del silgo XX, formaban el imperio de Ultramar. El estado decidió construir este espacio en la Quinta da Calheta y en los jardines anexos al palacio de Belém. En el lugar encontrará plantas traídas de regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo; además, el museo ofrece un sinfín de productos típicos como especies, aceite y maderas trasladadas desde Brasil, Macao y Mozambique.
Un lugar especial, para ir a visitar es la Quinta da Regaleira, en la cual podrá disfrutar de la magia y la mística de un ambiente puro, rodeado de espacios verdes y construcciones sorprendentes. En su jardín se regocijará con las plantas y árboles que se trajeron de diferentes partes del mundo y que conjugan perfectamente con la vegetación autóctona del lugar. Este es un lugar excepcional, que conjuga lo salvaje y lo natural.
Lisboa, una ciudad que debe ser visitada, en la que se reúne, cultura, historia, modernismo y naturaleza. Un lugar para recomendar.