Cuando aterrizamos en Ámsterdam, debemos comprender que mas allá de regalarnos todas las bellezas que tiene para ofrecer esta emblemática ciudad, a 15 minutos del aeropuerto encontraremos a Haarlem.
Lejos de Nueva York, y dentro de Europa, encontramos esta antigua ciudad con mercados de la época medieval, canales, infinidad de bares, restaurantes y catedrales. La proximidad con Ámsterdam la vuelve destino favorecido para quienes deseen conocer otros bellos lugares de Holanda.
Además de ser una buena opción para los viajeros que tienen un reducido presupuesto, gracias a que aquí hospedarse es manifiestamente mucho más económico.
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En Haarlem las distancias no cuentan. La estación de tren se sitúa a unos pocos minutos de su casco histórico, no es necesario transporte para ir de un lugar a otro.
Para iniciar el paseo, lo que más conviene es llegarse hasta el Grote Markt o Plaza Mayor donde encontramos el Ayuntamiento, el antiguo mercado de la carne y la iglesia Sint-Bavokerk. Su construcción data del siglo XIV, en reemplazo del castillo de los Condes, el Ayuntamiento tiene una fachada de estilo neoclásico y en su interior, atesora una magnifica muestra de pinturas de los condes de Holanda.
Todos los lunes y sábados frente al Ayuntamiento, se levanta un mercado que merece ser visitado, donde los lugareños se entremezclan con los turistas, una verdadera feria popular.
Lo que no le hace falta a este pequeño mundo son museos, Uno de los más interesantes es el Corrie Ten Boom o el “lugar secreto”, ya que es la casa de una familia de la resistencia holandesa que escondió a judíos durante la segunda guerra mundial. Otro museo para visitar es el de Frans Hals, con colecciones de estilo barroco de los Países bajos y pintura, escultura y cerámica de arte contemporáneo. El bellísimo edificios es del siglo XVII y funcionaba allí uno de los asilos de la ciudad.
La gastronomía holandesa ofrece deliciosos platos tanto para los meses de invierno como e verano, Entre los platos obligatorios encontramos los quesos Gouda y el Edam, en cuanto a carnes albóndigas, gambas., y no hay que olvidarse de la exquisita y única cerveza holandesa. Puedes deleitarte con dicha bebida en los coquetos pubs, cafés y restaurantes de la zona.
Haarlem es una ciudad muy diferente al barrio neoyorquino, toda una belleza europea que despliega su cultura, su historia y su grandeza muy cerquita de Ámsterdam.