Situada en Nueva York, la Estatua de la Libertad fue un obsequio del pueblo de Francia a la ciudad por el centenario de la independencia de los Estados Unidos (1886). Se instaló en la Isla de la Libertad, en el Río Hudson.
Su presencia en muchas películas y libros la hace uno de los monumentos más famosos del mundo, siendo también uno de los iconos de la sociedad norteamericana.
Su visita es obligada si se viaja a Nueva York y una vez se adquiere la entrada incluye visitar la isla también, algo sin duda interesante. El visitarla por dentro se ha complicado bastante de aquí a un tiempo, debido a las altas medidas de seguridad, que hacen que no se pueda llegar a su parte más alta.