Viana, en la región de Minho, nos atrae con su antiguo casco y tradiciones. Iglesias y ruinas celtas del Monte Luzia. Te ofrecemos muy interesantes opciones a través de nuestro multibuscador.
Viana
Viana do Castelo, en el norte de Portugal, es una de las más encantadoras ciudades en la región de Minho. Una especial combinación de mar, río y montaña, por lo que se convierte en un lugar de gran atractivo. Resulta casi imposible resistirse a su belleza cuando, la luz juega creando figuras geométricas convirtiendo el lugar en algo majestuoso entre los edificios históricos donde predominan diferentes estilos como: el manuelino, el barroco o el art decó.
Su centro histórico, uno de los más bellos y mejor conservados del país, con sus calles y callejuelas que llaman la atención junto a sus fachadas, que son un compendio histórico de la arquitectura de Portugal.
Viana do Castelo con su variado programa de eventos culturales, también atrae a una intensa movida nocturna y sus excelentes playas en su cercano litoral, como las de Afife, Carreço y Amorosa.
La ciudad fundada por Alfonso III en 1258, atesora numerosos vestigios del tiempo. Junto a la desembocadura del Río Lima, ya desde la Edad de Hierro diferentes culturas se asentaron en la zona. Tuvo un puerto importante durante la “Época das Descobertas” (Época de los Descubrimientos). En el siglo I aC ya existía en el lugar una comunidad castreña, para que, luego, más tarde fueran los romanos quienes habrían de establecerse en el valle. Desde su puerto partieron numerosas embarcaciones que regresaban repletas de tesoros que hicieron rica a su población sirviendo a la vez, para, engalanar a la ciudad con exuberantes construcciones.
Con la reconquista cristiana surgió el poblado que daría lugar a la Parroquia de Santa María. Actualmente, Viana sigue íntimamente ligada al mar, con una economía que se basa en los astilleros, las artesanías y el turismo. Su ubicación de privilegio le aseguró prosperidad económica. Además, se beneficiaba con las peregrinaciones a Santiago de Compostela.
Su Catedral, también llamada Iglesia Matriz de Viana do Castelo, es un templo-fortaleza construido en el siglo XV. Su fachada está flanqueada por dos grandes torres coronadas por almenas, y en ella se destaca su portal con escenas de la Pasión de Cristo y esculturas de los apóstoles. Otra iglesia notable es Da Misericórdia, anexa a la Casa da Misericórdia, levantada en el siglo XVIII en estilos manierista y barroco. El conjunto ha sido declarado Monumento Nacional. Se destaca la fachada de la Casa, de tres plantas con alpendres sostenidos por columnas esculpidas y un frontón triangular en lo alto, además del interior, revestido de azulejos que representan las Obras da Misericórdia, realizadas por Policarpo de Oliveira Bernardes.
Viana do Castelo tiene fiestas populares sumamente atractivas. A principios de agosto se celebra un gran festival de folclore y el Auto de Floripes, una representación al aire libre con episodios bailados y declamados. Y a fines del mismo mes, la romería de Nuestra Señora de la Agonía, considerada la más colorida del país: son tres días que despiertan a la ciudad con cohetes, bombos y muñecos gigantes, que sirven de prólogo para que la imagen de la Virgen de la Agonía sea paseada sobre alfombras de flores.
Las ferias de Portugal tienen un encanto particular; reflejan las grandes ferias de otros tiempos y en ellas todo esta a la venta desde vacas a cadenas de oro, desde azadas a pao-de-lo (bizcochos típicos). También se ofrecen aperitivos, vinos, quesos y productos artesanales de cada región.
Otro atractivo que tiene Viana do Castelo: es el ascenso en funicular al monte Santa Luzia.
En la cima, hay un templo decimonónico y una posada con una excelente vista de la desembocadura del Río Lima en el Océano Atlántico, además de las ruinas celtas de Santa Luzia. El viajero no podrá dejar Viana sin disfrutar de ese paseo.