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Todo aquel viajero, que guste del placer de una buena mesa, llegado el momento no dudará en saborear el “zaza-mushi” japonés (larva acuática), los “escamoles” mexicanos (huevos de hormigas rojas) o las “hormigas culonas” colombianas. El Gourmet conoce de este hábito practicado por diferentes culturas, la entomofagia, que es la costumbre de comer insectos.

El comer y la comida más precisamente, es un acto cultural, la aceptación o el rechazo a determinados alimentos se debe a pautas culturales de cada pueblo. En la Grecia y Roma antiguas ya conocían de estos manjares y apreciaban los sabores de los insectos. Aristóteles, apreciaba degustar un buen plato de cigarra. No solo forman parte de la dieta cotidiana, también se los considera manjares que son servidos en los mejores restaurantes.

Un país con una larga trayectoria en esto de degustar insectos es, México. El Gourmet sabe que allí, podremos disfrutar saboreando un verdadero plato de escamoles, con base de huevos de hormigas rojas, en los mejores restaurantes es conocido como el “caviar mexicano”. En la zona de Oaxaca, en los mercados, podemos saborear los “chapulines”, una especie de saltamontes colorados que se fritan y se les agrega sal y limón. Se pueden acompañar estas comidas con una botella de un buen “mezcal”, no debemos sorprendernos si vemos flotar un gusano de “maguey” dentro de esta bebida de los pueblos “zapotecas”.

En Santander, Colombia, probaremos las famosísimas “hormigas culonas”, que, contrariando su denominación, lo que tienen abultado es el abdomen. La población indígena de Guanes, le atribuye propiedades afrodisíacas, y constituyen una indispensable fuente de proteínas.

No solo de los colombianos es exclusivo el consumo de hormigas, en Africa, podemos paladear “termitas asadas”, con un alto contenido de proteínas, este plato sirve para suplir la escasa reserva de alimentos.

El Gourmet viajero, pudo probar en Japón, el “zaza-mushi”, que se prepara con larvas de insectos acuáticos, y el “inago”, que no es más que un arroz preparado con grillos de campo fritos. Ya en China, podremos honrar a las pupas del gusano de seda y a las larvas de abejas. Por Tailandia, comeremos variedad de insectos provenientes del campo. Un plato muy popular entre los aborígenes australianos son las “polillas Bogong.

No hace falta ir muy lejos. En el mercado de la “Boquería”, en Barcelona, en la tienda “Bolets Petras”, se puede conseguir comidas con insectos que son traídas desde diferentes lugares del globo. El restaurante “Typhoon”, en Santa Monica, California, también toma parte de esta movida.

Los insectos son el grupo animal con predominio del planeta, se los puede encontrar en casi cualquier rincón del mundo, deben ser tenidos en cuenta como un recurso natural renovable que podrá servir como fuente alimenticia para las poblaciones diezmadas por la desnutrición. Su consumo ayudaría de manera natural a controlar las plagas y de esta forma reducir el uso de insecticidas.

 






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