Cascais o más conocida como “costa del sol”, es una localidad de carácter turístico que se sitúa en el distrito de Lisboa, en Portugal. En su haber, cuenta con un total de 200.000 habitantes, que se encuentran distribuidos en una superficie de 100 Km. de longitud.
El faro marítimo de Santa Marta, cercano a la Marina, fue construido sobre el fuerte que lleva el mismo nombre, allá por el año 1864, según relata la leyenda, pero no fue hasta 1868 la fecha de su inauguración oficial, para años más tarde, en 1936, ser ampliado. El mismo presenta una altura de 20 mts y su luz supera las 18 millas de distancia.
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En tiempos del siglo XVIII, al mismo le habrían adicionado la señal sonora, hasta que en 1953, consiguen dotarlo con sistema eléctrico. Ya a comienzos de los años 80, el faro se vuelve automático, con lo cual, se transforma en uno de los pilares fundamentales de atracción turística, tal vez principalmente por la conservación del objeto a través del tiempo.
Finalmente, en el año 2000, la propiedad del faro es obtenida de parte de la cámara municipal de Cascais que ven con esta situación, la oportunidad de crear un museo dedicado a esta temática, el cual fuera inaugurado el 27 de julio de 2007.
Para llegar al faro, es posible trasladarse desde el centro de la ciudad en automóvil o bien, a pie, a una distancia exacta de 2 Km., y de la playa o transporte público, se encuentra tan sólo a 1 Km.
Su principal atractivo radica en sus numerosas playas conformadas por una tonalidad arenosa dorada, con orientación al océano atlántico. Además, es dueño absoluto de un prestigioso puerto que alberga a unos millares de heterogéneas embarcaciones, de jardines y dunas por las que tientan de caminar y rodeada de apartamentos, chalets y hoteles de diferentes categorías donde alojarse durante su relajada estadía.
Destacan la existencia de la playa de Giuncho, donde los amantes de la práctica del surf y otros deportes acuáticos, se concentran para disfrutar de un día a pleno sol, chicas y diversión.
En la zona del centro, para aquellos que son de personalidad más tranquila, pueden optar por pasear por las plazas, palacios, realizar compras en las tiendas, degustar platos de la cocina local y de otras culturas, tomarse fotografías en las callejuelas y sobre las casonas, y porque no, entretenerse en el parque nacional de Cascais, a 20 Km. de Lisboa.