Refugio del Atlántico, torbellino de bravura y fuerza se hacen sentir en las costas de Malpica. Sus aguas turbulentas, entre La Coruña y Finisterre, bien le valen el nombre de Costa de la Muerte.
En el puerto de Malpica el reloj del tiempo pareciera retroceder en el recuerdo de los pescadores que se hacían a la mar en búsqueda de ballenas. Una buena forma de conocer a este pueblo y sus gentes es visitar la casa del pescador. En ella podemos ver pinturas de Urbano Lugrís, quien eligió el lugar para terminar sus dias.
Malpica de Bergantiños y sus arrebatadas costas permiten, conocer la tranquilidad interior. Sus parroquias: de Buño, Barizo, Mens, Cambre y Cerqueda nos ofrecen cierta paz envuelta en cierto halo celta.
Aún es posible inmiscuirse entre sus gentes, visitar sus tabernas tradicionales, escuchar la sirena que anuncia el regreso de los pescadores en la madrugada o asistir a la subasta del pescado.
Malpica al igual que otros pueblos ha iniciado la expansión turística, tiene mucho que ver la recuperación de la Praia Mayor, su vistoso paseo marítimo es punto de reunión de numerosos surfistas.
Es posible y recomendable visitar sus tradicionales tabernas, escuchar por las madrugadas la sirena anunciando la llegada de los pescadores y hasta asistirá una subasta de pescados. Una muy buena forma de integrarse con sus gentes.
No hay empresa que organice salidas baratas hasta las Islas Sisargas, pero los tripulantes de las embarcaciones no ponen resistencia en acercar a quien desee llegarse a conocer las islas.
Una vez allí, la Sisarga Grande, tiene una playa arenosa es el espacio de que disponen los pocos visitantes que llegan. No tiene una vegetación para destacar. Su mayor tesoro son las aves que pueblan esta zona. El silencio, que deja oír sus sonidos es interrumpido por estas, tal vez le permita al viajero recuperar esa paz olvidada por el diario trajín.
Las tres Islas Sisargas: La Grande, La Malante o Mediana y La Chica. Son vigías de las embarcaciones, organizadas en torno a un faro construido en 1919. En los días de fiesta y con buen tiempo se acercan hasta aquí los pescadores con sus familias para tomar unas sardinas asadas, las denominadas "parrochas".
Dicen que Malpica también fue una isla al igual que las Sisargas, el paso del tiempo con ayuda de la naturaleza la fue uniendo a la península. El Monte Atalaia, junto con el puerto y la playa dan nombre al istmo de Malpica.
Vídeo sobre Malpica de Bergantiños