Las cosas que mas me gustan de los viajes, aquellos lugares donde uno se puede sentar a ver el mundo pasar. Un poco de sana curiosidad por conocer un poco más de cada lugar y sus costumbres, ver a la gente común (como uno) con una mirada de sensibilidad, apreciar como transcurre la vida que nos pasa ante los ojos, como un gran espectáculo, justo enfrente de nuestra mirada.
Ahí, tenemos de todo y para todos los gustos. Escalinatas, bancos en una plaza, bares, alguna fuente, etc. El optimismo que produce un campo de flores salvajes o simplemente ver pasar a la gente. Saber que algún callejón fuera caminado alguna vez por un hombre o mujer geniales, conocer un puente protagonista de mil y una historias contadas hasta el cansancio, se cuentan entre tantos de los placeres que tienen los viajes.
Conocer el Mar Egeo, el norte de África, La gran Muralla China o la fauna de Nueva York, sin conocer algo de sus habitantes es algo que no se debería dejar pasar, esta experiencia puede resultar fascinante y no podemos saber cuando se repetirá.
Sentarse en la mesa de un bar cualquiera en Wurgsburg la ciudad donde vivió Mozart, en el Puente de Praga con sus 30 estatuas y esculturas de santos o bien, a la orilla del Sena o el Támesis, con la sola intención de ver a la gente pasar y que nuestra imaginación nos lleve a descubrir sus comportamientos y costumbres.
Esa felicidad que a veces nos produce un amanecer, un deslumbrante paisaje como la luz brillante de Granada en las primeras horas del dia, una buena comida, tomarnos una copa de tinto de Alentejo, Portugal, comerse un buen pulpo en Galicia, ver los olivares de Túnez, el desfile humano agitado de la Piazza Navona en Roma, caminar las callejuelas del zoco Al Jalil en el Cairo o el mercado de Florencia, es también una manera de hacer turismo y en muchas ocasiones nos resulta gratis o de bajo costo.
No siempre pasa el turismo en salir a gastar y gastar. Existen también, otras formas no tradicionales que nos pueden resultar tan gratificantes como la mejor de las excursiones. Pero, para lograr esto se debe tener la mente abierta y la sensibilidad a flor de piel. Lo puedes intentar al menos una vez y luego me lo cuentas, no te arrepentirás.