En cumplimiento con la Ley 34/2002 de servicios de la sociedad de la información le recordamos que al navegar por este sitio web está aceptando el uso de cookies propias y de terceros que recogen información sobre su navegación para mostrarle publicidad relacionada y recopilar datos analíticos. Acepto | Más información

 

Coimbra es una bellísima ciudad donde siempre es muy aconsejable visitar en cualquier mes del año. Te facilitamos varias opciones muy interesantes a través de nuestro buscador.

Coimbra

En la región de Beiras, en el mismísimo centro del territorio lusitano, a orillas del Río Mondego. Coimbra, es una de las más antiguas ciudades universitarias de Europa cuna de un particular estilo de fado.

Coimbra, a 196 kilómetros de Lisboa, fue capital de Portugal en los siglos XII y XIII. Es uno de esos lugares de inesperada belleza que los viajeros pueden descubrir cuando no se atan a itinerarios y se desplazan librados al azar. El deseo por conocer esta romántica y monumental ciudad surgirá durante una visita a Lisboa, ahí todos hablan de sus castillos y jardines, su patrimonio histórico y del "fado de los doctores", surgido en los claustros de la universidad. Esta dividida por el Rio Mondego, sus aguas, donde se la ve reflejada nos habrá de regalar la primera postal.

Una fluvial recorrida nos permitirá disfrutar de una vista panorámica de las pobladas colinas con blancas casitas, pero, lo que otorga una perspectiva mucho más profunda de la historia de este medieval paraje es caminar por los alrededores y hablar con los pobladores.

El Hotel Quinta das Lágrimas, a escasos metros del centro, resulta el mas visitado por haber sido, en el siglo XIV escenario de una trágica historia de amor entre el príncipe Pedro, casado con la princesa Constanza y heredero al trono del Rey Alfonso IV y la dama española Inés de Castro, quien fuera mandada asesinar por emisarios del rey en los jardines del palacio.

El Palacio Bussaco, fue construido a fines del siglo XIX por orden del último rey de Portugal, Manuel II. En medio de un jardín botánico de 105 hectáreas se levanta el lujoso hotel, repleto de arcos y pilares decorados con filigranas, que el monarca había concebido como mansión veraniega.

Coimbra es, una ciudad para recorrer a pie. Su barrio antiguo sobre una colina cuyas callecitas empinadas y sinuosas conducen hasta la universidad, una de las más antiguas de Europa >>se fundó en 1290<<. De camino, la comercial calle Ferreira Borges nos ofrece un descanso en sus pastelerías y cafés, donde podemos degustar productos típicos de la repostería portuguesa. Además, tenemos muy cerca el museo y las ruinas de Conímbriga, próximas al pueblo de Condeixa, las más importantes del país.

El acceso al patio de la universidad La Porta Férrea, que agrupa edificios monumentales de estilo barroco, donde se gestaron los ideales de libertad durante las décadas del 50 y 60 del siglo XX.

El fado

El fado de Coimbra, erudito y romántico, que floreció en los años 20 y 30. Sus letras describían la vida cotidiana de los universitarios, lo que le valió el título de "fado de los doctores" cuyo icono es, sin duda, Trova do vento que passa, poema de Manuel Alegre inmortalizado en la voz de Adriano Correia de Oliveira. Este fado conserva la estructura formal básica del que se cantaba en los locales de mala fama de Lisboa a fines del siglo XIX, pero es reconocido por su estilo particular, divorciado del carácter popular, ligado a aquel ambiente.

El fado desembarcó en Portugal cuando se cruzaron los caminos de las trovas de nostalgia tarareadas en las carabelas de los colonizadores y el canto Lundum de los esclavos negros de Brasil. Tal vez allí resida la poesía de su esencia y su nombre, derivado del latín fatum, que significa destino.

En diferentes épocas del año se celebran tunas, espectáculos de estudiantes que cantan fado, vestidos con sus tradicionales capas negras.

La belleza de estas ceremonias reside no sólo en la calidez de las voces suaves acompañadas por guitarras y laúdes, sino en le código de honor que se establece entre los cantantes y el público: ningún espectador soportará callado una mala interpretación hasta el final; en cambio, no hará el más mínimo ruido hasta la última nota de una buena. Es aceptable dar rienda suelta a aplausos, silbidos, zapateos y golpes en la mesa. Los homenajes a un buen cantante son acordes al estilo erudito del fado, la expresión "fadista!" (Faadeeeshta!, en portugués) que exclaman los asistentes. Es un término que quiere decir mucho más que "cantante de fado". Significa que el intérprete logró conjugar la picaresca típica del fado portuario con el estilo nostálgico de Coimbra.

La nostalgia es el corazón de este tipo de música. La palabra portuguesa saudade resulta quizás la más justa para describir el sentimiento que, a través del tiempo, une a los hombres con lo amado y perdido.

Vídeo de Coimbra

 






© 2006 - 2015 . Todos los derechos reservados . Marca Registrada - Condiciones Generales de www.viajesbaratos.ws